domingo, 6 de abril de 2014

Quién dijo miedo


Montse

Claro que tuve miedo al principio. Pero luego aprendí una cosa. Aprendí a respetar el mar y nunca volví a tenerle miedo. Debes tratar siempre al mar con respeto –dijo-. Nada de tonterías. Nada de arriesgarse sin necesidad. Ves, por eso Minjikapuram ocupa un lugar tan importante en mi vida. Allí aprendía una lección. No hay que huir de las cosas que te aterran. El agua me dio miedo, pero no por mucho tiempo. Si la entiendes, nunca más podrá dominarte o asustarte.. –Jack intentaba ser el mejor de los padres. Un padre que enseñaba lecciones vitales y guiaba a su hija entre las complicaciones de la vida.

Percibió la intensidad de la mirada de Smiriti. Era una niña que tomaba todo lo que él decía como una verdad incuestionable. Nunca le permitía el menor error o debilidad. Y así, sintiendo una inesperada punzada de inquietud al ver con cuánta seriedad se lo tomaba, alargó la mano y le tiró de la coleta.

-¿Sabes cuándo me asusté de verdad? – Bajó la voz hasta que fue un susurro-. Cuando le pedí a tu madre que se casara conmigo. Temblaba de miedo. ¡Eso sí que era aterrador!

Anita Nair. Lecciones de olvido

(Duomo Ediciones, 2010)

Eso del miedo es curioso; hay gente que presume de no tener miedo a nada y otra que le tiene miedo a todo. Yo estoy más cerca de lo segundo que de lo primero; miedo a los perros grandes y más si son desconocidos, miedo a los sitios oscuros y solitarios, miedo al mar si no veo el fondo, miedo a las carreteras con muchas curvas y un barranco al lado, miedo a los cambios, miedo a los quirófanos, miedo a la agresividad (la mía y la de los demás), miedo a las armas, miedo a mostrarme como soy ante desconocidos (por tanto, miedo a este blog), miedo al ridículo… Y podría seguir con una lista interminable de miedos razonables, irracionales, ridículos, sensatos, graciosos…

Para mí el miedo es parte de la vida y una prueba constante de cómo la afrontas.

Si te dejas llevar por él, dejas de tener experiencias, de adquirir conocimientos, porque te repliegas y no vives.

Si lo ignoras y lo reprimes, acabas haciendo tonterías en tu intento de demostrar que eres valiente… y acaba saltando por donde menos te los esperas

Si lo aceptas y lo integras como parte de tu vida, te haces consciente de que tienes miedo y ese es el primer paso para superarlo. Analizas qué hay de razonable y qué no en tu miedo y actúas; a veces sentir miedo es un aviso de un peligro, a veces no. Saber cuáles son tus miedos te permite decidir si le haces caso y te paras, si lo ignoras y te lanzas, si te apoyas en él para mejorar...

No pongas tus miedos delante de ti, porque te bloquearán el paso

No pongas tus miedos detrás de ti, porque te empujarán no sabes dónde

Lleva tus miedos a tu lado, sé consciente de que están ahí y frena o acelera por ti, no por ellos

(Y sé, por experiencia, que es mucho más fácil decirlo que hacerlo)

Para terminar, una canción que siempre me anima y me da alegría, que habla de miedos y de que se pueden superar
 

Ella, de Bebe

Bebe (su nombre real es Nieves Rebolledo Vila) es actriz y cantante. Se dio a conocer con la canción Malo. Yo la había visto antes en un capítulo de la serie El comisario que me gustó especialmente, me pareció excelente en su papel

2 comentarios:

  1. El miedo (junto con la rabia) ha sido mi gran maestro. Analizar uno de mis temores me lleva siempre a nuevas partes de mi historia, de como me he construido, Me lleva a algo que quedó olvidado, bloqueado, enterrado aunque no tenía que haber sido así; a algo que me marcó sin yo saberlo; a algo que está esperando ser resuelto, integrado, abrazado.

    Antes siempre estaba ahí, sin nombre y yo huía, Pero ahora he aprendido a tenderle la mano y he descubierto que el miedo -cuando lo miro de frente, directo a los ojos- me muestra el camino hacia la sanación...

    ResponderEliminar
  2. Bonita entrada :) Convivir con el miedo no es fácil pero sí necesario, pero hay que aprender a hacerlo, como aprendemos todo en la vida aunque sea a base de coscorrones. Como bien dices, como con todo lo que nos lastra, el primer paso es asumirlo.
    Un beso.

    ResponderEliminar