Montse
Claro que tuve miedo al principio.
Pero luego aprendí una cosa. Aprendí a respetar el mar y nunca volví a tenerle
miedo. Debes tratar siempre al mar con respeto –dijo-. Nada de tonterías. Nada
de arriesgarse sin necesidad. Ves, por eso Minjikapuram ocupa un lugar tan
importante en mi vida. Allí aprendía una lección. No hay que huir de las cosas
que te aterran. El agua me dio miedo, pero no por mucho tiempo. Si la
entiendes, nunca más podrá dominarte o asustarte.. –Jack intentaba ser el mejor
de los padres. Un padre que enseñaba lecciones vitales y guiaba a su hija entre
las complicaciones de la vida.
Percibió la intensidad de la mirada
de Smiriti. Era una niña que tomaba todo lo que él decía como una verdad
incuestionable. Nunca le permitía el menor error o debilidad. Y así, sintiendo
una inesperada punzada de inquietud al ver con cuánta seriedad se lo tomaba,
alargó la mano y le tiró de la coleta.
-¿Sabes cuándo me asusté de verdad?
– Bajó la voz hasta que fue un susurro-. Cuando le pedí a tu madre que se
casara conmigo. Temblaba de miedo. ¡Eso sí que era aterrador!
Anita
Nair. Lecciones de
olvido
(Duomo
Ediciones, 2010)
Eso
del miedo es curioso; hay gente que presume de no tener miedo a nada y otra que
le tiene miedo a todo. Yo estoy más cerca de lo segundo que de lo primero; miedo
a los perros grandes y más si son desconocidos, miedo a los sitios oscuros y
solitarios, miedo al mar si no veo el fondo, miedo a las carreteras con muchas
curvas y un barranco al lado, miedo a los cambios, miedo a los quirófanos, miedo
a la agresividad (la mía y la de los demás), miedo a las armas, miedo a
mostrarme como soy ante desconocidos (por tanto, miedo a este blog), miedo al
ridículo… Y podría seguir con una lista interminable de miedos razonables,
irracionales, ridículos, sensatos, graciosos…
Para
mí el miedo es parte de la vida y una prueba constante de cómo la afrontas.
Si
te dejas llevar por él, dejas de tener experiencias, de adquirir conocimientos,
porque te repliegas y no vives.
Si
lo ignoras y lo reprimes, acabas haciendo tonterías en tu intento de demostrar
que eres valiente… y acaba saltando por donde menos te los esperas
Si
lo aceptas y lo integras como parte de tu vida, te haces consciente de que
tienes miedo y ese es el primer paso para superarlo. Analizas qué hay de
razonable y qué no en tu miedo y actúas; a veces sentir miedo es un aviso de un
peligro, a veces no. Saber cuáles son tus miedos te permite decidir si le haces
caso y te paras, si lo ignoras y te lanzas, si te apoyas en él para mejorar...
No
pongas tus miedos delante de ti, porque te bloquearán el paso
No
pongas tus miedos detrás de ti, porque te empujarán no sabes dónde
Lleva
tus miedos a tu lado, sé consciente de que están ahí y frena o acelera por ti,
no por ellos
(Y
sé, por experiencia, que es mucho más fácil decirlo que hacerlo)
Para terminar, una
canción que siempre me anima y me da alegría, que habla de miedos y de que se pueden superar
Ella,
de Bebe
Bebe
(su nombre real es Nieves Rebolledo Vila) es actriz y cantante. Se dio a
conocer con la canción Malo. Yo la había visto antes en un capítulo de la serie
El comisario que me gustó especialmente, me pareció excelente en su papel
El miedo (junto con la rabia) ha sido mi gran maestro. Analizar uno de mis temores me lleva siempre a nuevas partes de mi historia, de como me he construido, Me lleva a algo que quedó olvidado, bloqueado, enterrado aunque no tenía que haber sido así; a algo que me marcó sin yo saberlo; a algo que está esperando ser resuelto, integrado, abrazado.
ResponderEliminarAntes siempre estaba ahí, sin nombre y yo huía, Pero ahora he aprendido a tenderle la mano y he descubierto que el miedo -cuando lo miro de frente, directo a los ojos- me muestra el camino hacia la sanación...
Bonita entrada :) Convivir con el miedo no es fácil pero sí necesario, pero hay que aprender a hacerlo, como aprendemos todo en la vida aunque sea a base de coscorrones. Como bien dices, como con todo lo que nos lastra, el primer paso es asumirlo.
ResponderEliminarUn beso.