viernes, 13 de febrero de 2015

Arte



Montse

El Rey salió, cargado con las llaves, cuyo tintineo llenaba la penumbra. Atravesó salas y pasillos, abrió con la llave más gorda la puerta más grande, y la cerró por dentro: había entrado en un dédalo de corredores zigzagueantes, interrumpidos por escaleras que subían y escaleras que bajaban. Tuvo que abrir, todavía, otras dos puertas, que también cerró después de haberlas pasado. La habitación prohibida correspondía a una torre. la del norte-este. Estaba a oscuras. Tanteanto, halló una ventana y la abrió. La habitación carecía de muebles, pero de las paredes colgaban cuadros.
 Crónica del rey pasmado, Gonzalo Torrente Ballester 
(Círculo de lectores, 1990)
Para mi, hablar de arte implica hablar de creatividad. Todos somos creativos, aunque cada uno de nosotros lo manifestamos de manera diferente o lo canalizamos por diferentes vías.

Para este año, yo me he comprometido conmigo misma a conectar más con mi creatividad. Con la fotografía, con Polyvore, con el Blog (este y el de moda) y con un reto DIY (Do it yourself; hazlo tú mismo) para realizar proyectos de manualidades, cada mes con un tema diferente y compartirlos en el grupo de Facebook Reto DIY 2015

El caso es que realizando el primer proyecto me he dado cuenta de que no disfruto con las manualidades como yo pensaba que iba a ocurrir. Y no es un problema de expectativas, sino de motivación y prioridades. No me gustan las manualidades y me impliqué en el reto por la diversión, pero está siendo más una presión (por los plazos, fundamentalmente) que una ocasión de disfrutar.

¿Qué aprendo? que la creatividad es una forma de fluir, que no puede ser impuesta, que cada uno de nosotros debe encontrar su manera de conectar con la creatividad, que el campo de la creación es tan amplio y variado como personas hay, o casi, por lo que forzarse a una determinada forma de hacer las cosas, o a un proyecto concreto, o a una idea preconcebida de lo que es creatividad o no, es una forma de encorsetarla; por tanto, es la manera más rápida de matar nuestra creatividad.

No hacer manualidades no me hace menos creativa, si yo no fluyo con ese tipo de actividad. Forzarme a realizar los proyectos previstos me sitúa en el área de la razón, de la imagen social, de las necesidades ajenas, de la desconexión interna... todo lo contrario de lo que pretende este maravilloso proyecto, en el que no voy a participar; pero con el que espero disfrutar viendo los trabajos fantásticos y creativos de las personas que en él siguen.  

El arte, la creatividad, es pasión. Y sólo nos apasionamos por aquello que nos gusta realmente, por lo que nos nutre, por lo que nos satisface. A mi, ahora, me apasionan otras cosas, y con ellas desarrollaré mi creatividad... 

   
La estatua del Jardín Botánico, de Radio Futura (1982) 

2 comentarios:

  1. Si algo tengo claro es que la creatividad nos hace orientarnos a todo lo contrario de lo que significa "encajar".... quizás por eso la mía en cierta medida o momentos me ha parecido peligrosa, por eso quizás ahora que eso ya no me importa... sigue tu intuición, ponerse límites en esto no funciona, porque aquí no se trata de seguir unas reglas, sino de dejarnos llevar por aquello que nos hace conectar con nuestro yo creativo y lo hace bailar de alegría ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A esa conclusión he llegado, y escribir esta entrada -y la decisión que implica respecto al reto DIY- me ha liberado. Y curiosamente, me ha hecho sentirme más ilusionada con el reto de 52 semanas

      Eliminar